La mayoría de las personas ha pasado una gran parte de su vida primero buscando y después intentando que funcionen sus relaciones de pareja.
Si tenemos en cuenta que lo que hace que una pareja perdure es que compartan un proyecto y que cada ser humano entiende el amor a su manera, entonces la cosa se complica.
1. “Media Naranja”. Se corresponde con un concepto mítico-romántico de pareja según el cual cada miembro de la pareja se acopla a su otra mitad. Es un mito pues nadie es una mitad y, mucho menos, una mitad de nadie. La suma de 1+1 nunca puede dar =1 a no ser que cada uno haga grandes renuncias (intereses, amigos…) y se transforme en "medio ser”. Cuando se produce la temida ruptura en este tipo de parejas el sentimiento de falta es terrible pues se sienten incompletos.
2. Pareja tradicional. La reconocemos fácilmente en generaciones pasadas en la relación hombre-mujer. El hombre tenía su independencia económica, profesional y de ocio (bares, casinos…) mientras la mujer dependía de él y su vida casi se reducía al hogar. Si bien ha demostrado ser extremadamente estable en la historia de la humanidad esto ha sido gracias a la falta de igualdad entre sexos característica de épocas anteriores.
3. Pareja abierta. Ha surgido en las últimas décadas siempre reivindicado por el sentimiento de libertad implícito. Está en el polo opuesto a la media naranja ya que aquí la pareja comparte algunas actividades y otras muchas no (relaciones sexuales, amistades, ocio, economía, etc.). Muchos expertos las califican también de relaciones mito por considerarlas inestables y poco duraderas justificando esta afirmación en que las personas con las que compartimos poco son, por ello, fácilmente sustituibles por otras con quienes también compartir poco. No obstante, hay quienes están bien en este modelo de relación. Por último, no podemos confundir la pareja abierta con aquellas parejas que han acordado de manera consensuada y libre “abrir” únicamente su sexualidad.
4. Pareja TERAPÉUTICA o moderna. Es el tipo de pareja que cuenta con el apoyo de los terapeutas de pareja pues preserva la autonomía de los dos miembros de la pareja (al contrario que la media naranja o la pareja tradicional) y a priori se dota de una estabilidad mayor que la pareja abierta. Comparten aquello que deciden de mutuo acuerdo. Estos acuerdos convierten a la relación en algo dinámico, que dialoga, donde ambos miembros de la pareja tienen algo que aportar enriqueciéndola. No hay una dimensión establecida en cuanto a la cantidad de intereses que comparten, varía en cada pareja, recordando que deben compartir tantos intereses como para que su proyecto de pareja tenga sentido y se dote a la relación de estabilidad pero sin excederse y asfixiar uno a otro.
¿Cómo se decide qué se comparte y qué no? En base a la negociación.
Pero, a veces, también puede que me apetezca mucho que me acompañes y ambos negociemos para que a cambio yo te acompañe a aquello que tú deseas y yo no tanto. Sabemos que no todo es negociable y en estos casos no llegaremos a un acuerdo fácilmente.
La negociación permite llegar a acuerdos sin presiones, sin imposiciones, donde ambos ganan. En el intento de imponer los propios intereses a la pareja se aboca a la relación a crecientes problemas de comunicación, carencia de libertades, igualdad y respeto, así como a la falta de dinamismo que la empuja a la rutina.
Haz que tu pareja funcione ya pidiendo cita en el 617445652.