Abril
de 2016. Iniciación a la Grafología.
Pedro Vargas-Machuca R.
El padre de la
Grafología, el abate Juan Hipólito Michón (1806-1861), es quien
primero nos lega, ya en su época, un estudio de la “M” en
sus obras. Años más tarde, el psicólogo francés Dr. Paul Carton
(1875-1947) encontró que los 4 temperamentos
hipocráticos (sanguíneo, linfático, bilioso y nervioso) tenían
características correspondientes reveladas en la escritura, y
publicó en 1933 el primer “Diccionario”
(estudio de todas las letras).
Asimismo,
un grupo de grafólogos alemanes publicó un fichero que recogía,
además de mayúsculas y minúsculas, cifras, signos de puntuación y
subrayados, tanto en formas latinas como alemanas antiguas.
Posteriormente, fue la
profesora Roseline Crépy quien publicó 4 obras en las que se
estudian las minúsculas, las mayúsculas, las cifras y, finalmente,
los márgenes y las firmas.
Esta ley se
basa en el estudio de cada letra, atribuyendo
a cada una de ellas y sus variables una interpretación. Así, este
movimiento consigue identificar determinadas letras y ciertos
aspectos de nuestra personalidad, “figuras parentales, ambiciones,
formas de afrentar la vida o situaciones y un largo etcétera” (A.
Andrés Pueyo).
“El
lenguaje simbólico del alfabeto es increíblemente preciso y siempre
fiable, siempre y cuando no nos confundamos. Una letra mayúscula no
es lo mismo que una letra minúscula y no hay ninguna letra que sea
igual a otra; esto es un hecho. Cada una tiene el debido significado
específico. Es una cuestión de buen sentido a partir de la
analogía. Además, es fácil probarlo. Hubo abundancia de símbolos
desde el principio de mis investigaciones y estaba asombrada de lo
lógico que es el lenguaje del símbolo... A partir de los símbolos
fijos... LA FORMA DE LAS LETRAS puede modificarse y hacer que hablen
mediante los otros siete aspectos que giran a su alrededor... Ahora,
que tenemos la psicología moderna, enriquecida por el
descubrimiento del inconsciente... Y continuando a partir de aquí,
sabemos que la personalidad del adulto se forma desde el nacimiento,
e incluso antes. Las proyecciones emocionales, en los tests y en la
escritura, dan a conocer nuestras motivaciones más profundas, es
decir, las del corazón...
Encuentro que la grafología es mucho más
difícil de lo que pueda creerse, y también que va mucho más lejos.
Por consiguiente, no nos desanimemos, antes al contrario.” (R.
Crépy, Psicología y Grafología Modernas)
LA INTERPRETACIÓN DE LAS LETRAS DEL ALFABETO EN LA ESCRITURA.
Anteriormente hice
referencia a que Roseline Crépy publicó cuatro obras dedicadas a la
interpretación de las letras. Lamentablemente, solo el primer tomo
de “La Interpretación de las letras del alfabeto en la escritura”
ha sido traducido al castellano con una primera y única edición en
el año 2007 y en la actualidad ha dejado de publicarse. Se publicó
en su idioma original, el francés, en 1992. Es en esta obra en la
que me centraré en este trabajo.
La idea que la autora
nos hace llegar a través de su escrito se basa en la creencia de que
todos los signos gráficos tienen un significado pues representan
esencialmente una elección, por lo general inconsciente, pero que se
deja captar en el nivel consciente.
Pero va más allá, y
añade que, mientras el análisis del espacio “puede sacar la
síntesis de un destino”, es mediante el análisis sistemático de
todas las letras del alfabeto, minúsculas y mayúsculas, cuando se
llega al conocimiento del individuo “único en su género”. Dicho
de otra forma, el análisis espacial no representa una descripción
única en el mundo (podría ser válida para muchos individuos de la
misma forma que los horóscopos de los suplementos dominicales) pues
revela lo que el individuo es en potencia, sus posibilidades. Sin
embargo, el análisis alfabético describe la forma de reaccionar de
ese sujeto “en una realidad vivida”.
Con un ejemplo, lo diferenciaríamos así:
Análisis global espacial: “es agresivo, aventurero, de
personalidad acaparadora”.
Análisis alfabético: “es el segundo de 3 hermanos, le encanta
caminar, no tiene vivienda”.
Pero R. Crépy advierte:
una interpretación únicamente alfabética puede ser catastrófica,
por lo que ambas interpretaciones deben acompañarse. Sería tan
lamentable, dice, como que un análisis grafológico solo fuera
caracterial (sobre el carácter y las actitudes) y uno solo fuera
afectivo (sobre el comportamiento y afectividad).
El significado simbólico
interacciona con el significado espacial. En palabras de Crépy “la
forma simbólica toma vida y se anima según su orientación
espacial... el símbolo se mueve en el espacio, se anima para
explicarse”
El sujeto siente la
necesidad de expresarse en su escritura, en la superficie de la
página y en ese lapso de tiempo. Necesita, reflejar su imagen, su
temperamento y carácter, quiere contar su historia, desahogar el
corazón, exponer sus penas y alegrías, sus temores y esperanzas, y
lo consigue.
Esta reacción del
sujeto se realiza sin que él mismo se dé cuenta, es un acto
inconsciente. Como el inconsciente no aflora a la consciencia más
que por medio de alusiones simbólicas, metáforas y signos velados,
elige entre los 26 signos del alfabeto (el alfabeto francés cuenta
con 26 letras) aquellas letras que se prestan mejor a sus
alteraciones reveladoras. Los signos del alfabeto se convierten en
jeroglíficos simbólicos. Así la autora lo describe:
“Los resortes
inconscientes impulsan y mueven la pluma a espaldas del sujeto...
El
inconsciente es desconcertante ya que hace todo para ocultarse y, al
mismo tiempo,
todo para ser visto.”
Análisis
grafológico y psicoanálisis:
No podemos dejar pasar
que una teoría como esta, que defiende interpretaciones y elecciones
inconscientes, encuentra un apoyo fundamental en el psicoanálisis y,
en concreto, en autores como Freud, Adler y Jung.
El análisis alfabético
permite una interpretación inteligente de acuerdo con los datos
históricos de cada sujeto. Así, gracias a la importancia que dio
Freud a lo acontecido en la primera infancia, Crépy ha podido
descubrir la mayoría de los significados alfabéticos hasta entonces
incomprensibles.
A las
supercompensaciones1
adlerianas, que se expresan a través de la escritura desde los 7
años de edad, atribuye el significado de gestos gráficos “lanzados
hacia la derecha, o hacia arriba y hacia abajo” en desacuerdo con
el resto de la escritura aunque en unión con ciertas situaciones
infantiles.
De Jung y sus nociones
sobre el inconsciente colectivo y sus representaciones simbólicas se
deriva la aplicación de significados precisos circunscritos a las
diferentes formas de cada letra mayúscula, “con un carácter de
perennidad” debido a su frecuencia y repetición .
La interpretación
grafológica de las Mayúsculas:
Las mayúsculas
expresan, en primera instancia, el medio social y las relaciones
familiares de los primeros años, conforme al modo en que
estas relaciones fueron vividas por el niño. En segundo lugar,
representan la talla del personaje, la que tiene o la que
querría tener, según sus dones, el éxito o el fracaso de su
educación (desde los puntos de vista caracterial y afectivo). En
tercer lugar, expresan sus decepciones y sus esperanzas
vitales, ambiciones y proyectos de futuro, según una trayectoria
personal que le da una mayor o menor confianza.
Así, las mayúsculas
cuentan las circunstancias históricas: “situaciones
familiares estándar no liquidadas en la infancia”,
situaciones-clave cuya expresión grafológica es más
estereotipada cuanto más próximas al nacimiento se hayan vivido.
“La situación vital esencial Papá-Mamá-y-yo es la clave por
excelencia de los trazos originales de la escritura.”
Pero también pueden
representar la importancia del personaje social, en su vida pública.
Aquí advierte Crépy que la variabilidad de las formas de la
mayúscula es ilimitada.
Obviamente, las
mayúsculas no cuentan los hechos en sí, sino aquellos que
repercuten en la afectividad. Entonces, cuando la persona vivió
aquellos primeros años con normalidad (“personas felices sin
historia”) las mayúsculas no cuentan nada del pasado infantil y
toman una forma más tipográfica. Y los hechos recientes que no
afectan a la afectividad infantil y, por tanto, no reproducen una
situación infantil, no se verán reflejados en el alfabeto sino como
un estado pasajero y no diferenciado.
Es especialmente
relevante el fenómeno de la Repetición: hay muchas maneras de
empezar una frase o un párrafo, pero el inconsciente obliga al
sujeto a redactar de tal forma que elija como palabra de comienzo de
una frase aquella con la mayúscula que necesita para expresar lo que
le preocupa, lo que cuenta para él vitalmente, o lo que espera por
encima de todo. De esta manera, unas mayúsculas acabarán
repitiéndose más que otras, según lo que le preocupa.
También puede suceder
que el sujeto transforme mayúsculas en minúsculas para depreciar a
alguien a quien no quiere o, al contrario, añada mayúsculas cuando
éstas no se requieren si se exalta o está preocupado u obsesionado.
La interpretación
grafológica de las Minúsculas:
Las minúsculas hacen
referencia al personaje privado en su comportamiento cotidiano.
Existen dos clases de signos:
- Lo que Crépy llamará el lienzo de fondo de la escritura, esto es, la relativa monotonía de las formas, hace referencia al carácter y el temperamento innato.
- Las anomalías o malformaciones, excesos o defectos que se repiten como un tic, son reflejo de un comportamiento particular o de una afectividad perturbada y conflictos personales.
Aquí enumera 3 leyes
importantes de la forma:
- Una forma neutra o medianamente desfavorable no toma un carácter francamente malo más que cuando es frecuente y sistemática.
- Una forma categóricamente negativa no tiene que ser frecuente para revelarse como tal. Esto es, ciertas formas en una escritura engañosa son estigmas cuya más mínima aparición es reveladora. Su poca frecuencia es una manera de disimular la debilidad o el engaño.
- Las formas negativas sistematizadas son la prueba de una conducta inadaptada que puede llevar “a la cárcel o al psiquiátrico”.
Según la autora, la
forma no es estática, sino dinámica: inclinación, dimensión,
presión, velocidad y continuidad actualizan la forma:
- La inclinación: Así como en las mayúsculas invertidas (torcidas o dislocadas) de una escritura son prueba de una biografía muy desfavorable, solorosa, traumatizante y seriamente insatisfecha, en las minúsculas este gesto solo es significativo cuando sistematizado (repetido y frecuente).
- La dimensión: Se interpreta en función de lo que importa o no al sujeto, de la importancia que éste da a la noción ligada a la letra. También, letras empequeñecidas expresan lo que el sujeto desea ocultar o callar, suprimir u olvidar, un sufrimiento o una pérdida. Por el contrario, las letras agrandadas expresarían especial exageración o exaltación.
- La presión: El exceso o falta de presión en una letra se interpreta en función de la actividad y de la afirmación. “La esencia del ser se expresa principalmente por la forma y por la presión”.
- La velocidad: Alterar la forma de manera que demasiada lentitud es favorable a la arcada, envolventes, anillos, florituras... y excluye la espontaneidad. Por el contrario, la rapidez favorece a las letras que se prestan a la confusión. En ambos casos la interpretación está en función del sentido moral y de la inteligencia, dice Crépy, sin explicar con más detalle el sentido de esta afirmación.
- La continuidad: Se interpreta en función de la vitalidad y de la adaptación. La detención invoca al fallo, rotura, lesión de corazón o cerebro, angustia... la sobre-continuidad al apego excesivo, la servidumbre, una influencia molesta, asfixiante y pegajosa.
En un alfabeto
determinado una forma ofrece variaciones más o menos importantes. La
mayoría de las veces, un sujeto emplea de manera indiferenciada dos
o tres formas particulares mediante las cuales expresa sus diversas
posibilidades. El caso contrario (solo una forma) no es normal ni
buena señal pues el sujeto tendría reducidos dones y flexibilidad.
Basándose en “Las
Bases del análisis de la escritura” de H. Sainte-Morand (1937, con
el pseudónimo de E. Kloechlin) y “El simbolismo de la escritura”
(1931) de Max Pulver, Crépy sintetiza los significados globales
de la forma:
La guirnalda:
menor esfuerzo
El ángulo:
aumento de esfuerzo
La arcada: esfuerzo no auténtico
|
Hampa: vía
intelectual y espiritual (pensamiento)
Zona media: vía
cotidiana, material y afectiva (sentimiento)
Jamba: actividad práctica, vía física
(sensación)
|
||
Hampas
|
Plenas: Imaginación
Triangulares: Imaginación contrariada,
carácter difícil, sobre todo verbalmente
En forma de bastón: aptitudes abstractas,
pensamiento independiente, soledad moral
Cortas: Imaginación razonada, limitada
Grandes y débiles: Sueño improductivo
+ Grandes y fuertes: Imaginación
quimérica perjudicial para el equilibrio
|
||
Zona media
|
Guirnalda: Soltura y saber estar hasta el
abandono
Ángulo: Precisión técnica, decisión,
pasión
Arcada: adaptación no auténtica (la
arcada conserva y oculta)
|
||
Jambas
|
Plenas: Vida afectiva e instintiva
radiante
Triangulares: Vida afectiva e instintiva
contrariada, reacciones irracionales, negativa a actuar y a
reconocerlo
En forma de bastón: Actividad
independiente, soledad afectiva, sobriedad
Cortas: Actividad media, razonable,
limitada, reducida
Grandes y débiles: Preponderancia de la
vida vegetativa y necesidades orgánicas
+ Grandes y fuertes: Actividad práctica
preponderante (que puede excluir todo lo no material)
|
||
Elementos de buena adaptación temperamental y
caracterial:
|
Hampas y jambas condensadas en torno a la zona
media.
Sujeto razonable, equilibrado y bien adaptado.
Puede incluso llegar a ser dependiente, banal y aburrido
|
||
Elementos de mala adaptación temperamental y
caracterial:
|
Hampas y jambas lanzadas y alejadas de la zona
media.
Sujeto audaz, imaginativo, independiente,
original. Puede incluso llegar a ser aventurero, quimérico,
desequilibrado e inadaptado.
|
||
Elementos de buena adaptación de orígen
afectivo:
|
Zona media angulosa. Hampas y jambas en curvas
plenas.
Decisión rápida y eficaz en la vida cotidiana,
imaginación creadora y vida afectiva e instintiva abierta,
alegre.
|
||
Elementos de mala adaptación de orígen
afectivo:
|
Zona media en guirnalda estirada. Hampas y jambas
en triángulo.
Incertidumbre y relajación en el comportamiento
diario a pesar de grandes impulsos de autoridad, agitación e
insatisfacción.
|
Trazo inicial (al principio de letra o palabra)
|
Actitud previa, intención
|
Trazo final (al fina de letra o palabra)
|
Hecho consumado, comportamiento
vivido. No siempre es idéntico a la intención. Queda muy a la
vista.
|
Trazo en la letra englobada en la palabra
|
Significados personales o
disimulados. Pasan inadvertidos para un ojo no experimentado.
|
Trazo al principio de línea
|
Los significados se airean
abiertamente
|
Trazo al final de línea
|
Particularmente cargados de sentido,
pues llaman menos la atención (hábil camuflaje)
|
Significado esencial de las letras minúsculas:
a
|
La vida del corazón. Relaciones afectivas con
los otros. Es la más rica
de todas las letras de su zona media, con su forma de balón
(corazón). No en vano es el inicio de 'amor'.
|
b
|
Por su panza a la derecha en la zona media, que
representa las reservas que se van a consumir: Orientación de
vida frente a necesidades materiales. Las reservas de
alimentos terrestres.
|
c
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El egoísmo. ¿? Crépy
dice que la explicación es sencilla, sin embargo, la
contradicción aparece cuando Crépy dice que cuanto más modélica
(mejor formada), mayor es la ausencia de egoísmo.
|
d
|
Orientación psíquica: vida intelectual y
espiritual. Los alimentos celestes.
Es como una 'a' que se sobrepasa, su hampa es una
antena hacia lo alto y hacia su creador.
|
e
|
Los contactos sociales. Relaciones
superficiales diarias con otros.
Su zona media es un nudo simple, ligero, anudado
sin esfuerzo (superficial, poco compromiso).
|
f
|
Síntesis de la actividad general, profesional,
afectiva, sexual. Grado de éxito global. Letra completa
(la única que usa las 3 zonas espaciales ), su forma engloba los
4 puntos cardinales, el pasado y el porvenir. En su dimensión
(que simboliza el Yo) se expresa todo el ser.
|
g
|
Gentileza, encanto y aptitudes de
seducción. Es como una 'a' prolongada con una 'j' que en
su zona inferior “libera” el sentimiento encerrado en la 'a'.
La jamba representa “lo que se hace”.
|
h
|
Idea directriz que preside la actividad
diaria. Sede de problemas glandulares.
Por su hampa en arcada abierta hacia abajo, como
2 pies: andar, actividad continua.
|
i
|
La precisión, que puede ser científica o
de otro tipo. Reducida a lo mínimo, es su punto quien atrae su
interés, que exige una detención y esfuerzo técnico.
|
j
|
El yo (¡al provenir del “je”
francés, podemos suponer este significado a la 'y' en español!)
Ambas tienen similitudes: La
jamba, plena, se infla hacia la izquierda (también 'g' y 'z')
implicando su lado privado, instintivo y personal. Sin embargo,
'j' no tiene bola en zona media y sí tiene un punto en la zona
superior.
|
k
|
Forma menor de buena adaptación. Crépy no
profundiza demasiado en esta letra. Dice que no aporta gran cosa
(y además, se emplea poco).
|
l
|
Bases familiares de la actividad intelectual.
La imaginación y los proyectos en curso, en reserva. Hampa
“en estado puro”, y al no tener bola que la fije al suelo, es
todo cerebral.
|
m
|
Puesta en marcha de la actividad
cotidiana. El yo (nuevamente, al provenir del Moi francés,
su significado en español variaría). Al
estar formada por varias uniones (3 palos verticales unidos
horizontalmente) representa continuidad en la acción, esfuerzo y
perseverancia.
|
n
|
Sombra y reflejo de la 'm', apta para
expresar discretamente su éxito o fracaso. Si no reproduce las
mismas variedades que la 'm', denota problemas ocultos (revelaría
lo que la 'm' disimula).
|
o
|
La vida práctica diaria. Relaciones con
las necesidades materiales (comida, sustento), con las cosas
(al contrario de 'a': con la gente). La 'o' es una boca abierta.
Marcada de por vida por la escasez o abundancia que ha presidido
la infancia del sujeto.
|
p
|
La actividad diaria en su conjunto. Es al
día lo que la 'f' a toda la vida. Cuando se trata de una
selección para un puesto de trabajo, la 'p' es el test revelador
sobre el que gravitar todo el perfil. Su jamba tiene forma de
bastón (como también la 'q') por lo que su dinamismo es
esencial.
|
q
|
La vida sexual en su conjunto. Por su zona
media puede relacionarse con la afectividad de la 'a', de la 'd' y
de la 'g'. Su mayor interés no es de orden sexual, sino por sus
señales de mayor o menor equilibrio psíquico, mejor o peor
adaptación social, o una insatisfacción orientada a la búsqueda
de compensaciones.
|
r
|
Los conocimientos técnicos. La conciencia en
la tarea. Su forma exige un esfuerzo más minucioso que el
resto de las letras de la zona media (con su bucle y tendencia a
la arcada). Esfuerzo de bien hacer acompañados de
auto-satisfacción y amor propio respecto a la ejecución.
|
s
|
El poder del dinero
(“y, por tanto, dela virilidad”). La conciencia moral
(la honradez). Crépy dice que “Al principio de palabra suele
ser flamante, reluciente, como una moneda nueva pero al final de
palabra ya llega usada”.2
Es la letra más fluctuante del alfabeto (en cada escritura hay 2
clases de 's' por lo menos).
|
t
|
La voluntad (y,
por tanto, espíritu de decisión, sentido de la responsabilidad y
capacidad de organización). Su
barra implica una detención que exige un gran esfuerzo.
|
u
|
El sentido de la realidad (“descansa al
ras del suelo entre dos postes”).
|
v
|
La abnegación , el sacrificio,
(disciplina adquirida en el seno familiar). Responde al deseo del
otro, no al propio. Éticamente, pone en duda la generosidad, la
buena fe y la honradez. Socialmente, expresa su dependencia en
función del temperamento y de la biografía del sujeto. Su forma
es la más compleja de las letras de la zona media:
semi-arcada+copa+guirnalda.
|
x
|
Resumen relámpago testimonio de la inmadurez o
de la madurez afectiva. Difusa en su comportamiento, el
significado de esta letra no es probado, por no ser visible a
simple vista.
|
y
|
Balance personal de la actividad cotidiana.
Sobre todo desde el punto de
vista profesional, expresa con exactitud lo que el sujeto piensa
de sí mismo, respecto a su rendimiento y el sentimiento de poder
y satisfacción que obtiene (amor propio).
|
z
|
Culminación de la vida sexual. Sin
embargo, expresa prioritariamente las aspiraciones y las
desilusiones de la afectividad, sus temores y deseos, antes que
los de la carne. Formada por una 'r' (que representa el tacto) y
por una jamba (que expresa la afectividad).
|
Clasificación de las
letras según su importancia pragmática:
|
p, t, f, j,
y
|
Encarnación,
se le juzga por sus
actos, ¿es
activo?
|
|
a, o, s, e,
d, c, v (+j)
|
Móviles y
orientación, dominio moral, ¿es honrado?
|
|
m,n, i, r, u
(+o)
|
Habilidad,
realismo, dominio técnico, ¿sabe trabajar?
|
|
g, q, z, x
(+h, y)
|
Comportamiento
afectivo y sexual, ¿qué clase de persona es?
|
|
l, h, b, k
(+d, f)
|
Reservas de
reflexión, imaginación, ¿cuál es su valor?
|
M
|
Grado de afirmación social, con sus 2, 3 ó 4
pies de apoyo
|
P
|
El Padre. La madre no se representa de forma
directa en la escritura (el niño no se diferencia con su madre,
el cordón umbilical nunca se rompe, al menos afectivamente
hablando)
|
D
|
La relación con los padres
|
A
|
La casa (el tejado)
|
J
|
La cara pública de la persona
|
R
|
La inteligencia
|
B
|
El presupuesto
|
E
|
Sensibilidad. También evidencia de sentimientos
de inferioridad
|
Procedimiento:
Es imprescindible
señalar que interpretar el sentido de una letra sin analizar todo el
alfabeto y sin aplicar el resto de conocimientos grafológicos es
arriesgarse a dar falsas interpretaciones (con resultados
indeseables). “¿Qué significa esta letra? No lo sé, todo
depende del resto del alfabeto.”
Se trata de seleccionar
las formas típicas principales contando el número exacto de cada
una de las formas para conocer el porcentaje real en el conjunto de
la personalidad. El significado cambia si es una dosis moderada o
masiva, pudiendo describir en un caso una cualidad y, en el otro, un
defecto.
Y cuanto más homogéneas
son las formas, menos importante es su repetición. Por el contrario,
cuanto más originales, extraordinarias y deformadas, menos elevado
es su número y más cuentan.
Debe reunirse material
suficiente (cartas, sobres, firmas...). Cuando los documentos son
insuficientes o insatisfactorios, conviene mantener una prudente
reserva. El objetivo es acumular pruebas (mínimo de 5 a 7), de
manera progresiva, que se refuercen unas a otras y vengan a apoyar la
forma más destacada.
Conclusiones:
Dice la R.A.E. que
Grafólogo/ga es la persona que practica la Grafología, la cual
define como el arte que pretende averiguar, por las
peculiaridades de la letra,
cualidades psicológicas
de quien la escribe.
Y
es así como desde el siglo XVI, con Juan Huarte de San Juan5,
hasta nuestros días, se ha venido comparando la escritura con el
carácter y la personalidad en un intento de desentrañar ese
misterio que encierra la escritura, la dialéctica entre el
consciente y el inconsciente manifiesta en la simbología de la forma
y también del espacio.
A
principios del S. XIX, la Escuela Clásica Francesa, con J.H. Michon
y su Ley Mímica a la cabeza (“La escritura es una forma de
gesticular”) y, posteriormente, su discípulo J. Crepieux-Jamin,
impulsó un método particular de análisis grafológico extendido
universalmente que analiza las grafías teniendo en cuenta 8
parámetros: el tamaño, la presión, la inclinación, la cohesión,
la forma, la velocidad, la dirección y el orden.
“Los 8 aspectos
reaccionan mutuamente dentro de las cuatro esquinas de una página.
Pero Crépieux-Jamin los presentó como aspectos estáticos de un
todo; no entendió que son dinámicos. Sin embargo, lo genial es que
corresponden a todas las formas en que el hombre se comporta; es un
diagrama completo.” (R. Crépy)
Será
un siglo después cuando Roseline Crépy, siguiendo esta tradición y
ahora desde la Ley Inductiva-Alfabética, se esforzará por ir más
allá y atribuirá una interpretación no solo a los espacios y las
formas, sino también particularmente a cada una
de las letras, esto es, descubriendo que determinadas letras
manifiestan características de personalidad específicas.
El
inconsciente expresa sus a través de la escritura, a veces gritando
más alto que otras, pero sin callar. Elige unos símbolos antes que
otros, prefiere unas letras a las otras. El grafólogo que analice
esa escritura podrá describir rasgos y estados, formas de reacciones
y emociones. Mientras las mayúsculas cuentan circunstancias
históricas (“claves”) de la infancia, las minúsculas
describirán comportamientos cotidianos.
No
debemos dejar de lado la prudencia. A pesar de haber incluido en este
estudio una tabla con los significados esenciales de las minúsculas
y de algunas mayúsculas, se cometerán graves errores si los
aplicamos directamente. Las formas que modulan la escritura de cada
letra, también modulan el significado, de manera que una virtud se
pueda convertir en un defecto por excesiva, y quién sabe si lo mismo
puede suceder al contrario.
Además,
ya se ha dicho que no se debe atender a la letra de forma aislada,
pues la interpretación va a depender del resto del alfabeto, de la
frecuencia y repetición. De no hacerlo así, el grafólogo
incurrriría en un atrevimiento que pudiera resultar catastrófico.
Por todo ello, Roseline
Crépy defiende que el grafólogo es esencialmente psicólogo. Pero
añade que, ante todo, el grafólogo debe ser realista:
“El grafólogo,
cuando traduce lo que aprecia en la escritura, no siempre sabe de lo
que habla, pues ignora las circunstancias reales. No tiene opinión
sobre el interesado y no sabe nada que este no le haya contado por sí
mismo a través del simbolismo detallado de su alfabeto... El
grafólogo no ve, solo hace de traductor... el grafólogo no tiene
por qué atormentarse haciendo síntesis sutiles. Le basta con ser
realista más que psicólogo... La humildad del grafólogo se
convierte en su mejor protección.”
Bibliografía:
- Roseline Crépy. 2007.
La interpretación de las letras del alfabeto en la escritura. Tomo
I. Las minúsculas. Lasra. Buenos Aires.
- Roseline Crépy.
Psicología y Grafología Modernas. Artículo presentado en el
Congreso Anual de la Sociedad Belga de Grafología, en Bruselas, en
Marzo de 1992.
- A. Andrés Pueyo, M.
Teresa Girona B. y Elena Giner M. 2007. La grafología; la
personalidad. UOC, s.l. Colección Dúo nº 7. Barcelona.
- Paul De Sainte Colombe.
1966. Grapho Therapeutics, Pen and Pencil Therapy. Laurida Books.
Hollywood, Calif.
- Susana Gómez Lages.
2013. Historia de la escritura, de la Grafología y su evolución.
Lulu Press, Inc.
1 La
noción de supercompensación se refiere a la común idea de que en
los procesos orgánicos ocurren efectos compensatorios mucho más
enérgicos que la debilidad presentada anteriormente (como ocurre
con las vacunas). En el ámbito psicológico implicaría que el
tener algún defecto puede ser considerado como la principal fuerza
motriz del desarrollo psíquico, aprovechando esta dificultad y
transformándola en perfeccionamiento.
2 “Es
bien sabido que la primera letra de la palabra representa lo que se
desea ser o hacer, y la última lo que se es o se hace.” (R.
Crépy)
3 Algunos
de estos significados los he obtenido también del artículo
'Psicología y Grafología Modernas”.
4
Recordemos que las mayúsculas expresan las relaciones familiares en
los primeros años.
5 Médico,
pedagogo y antropólogo (1529-1588). Considerado el patrón de los
psicólogos, pedagogos y antropólogos.