La pérdida de un ser querido es una de las situaciones más dolorosas que todos tenemos que afrontar.
Cuando se pierde a una persona amada, se pierde a alguien que forma parte de la propia identidad. A partir de ese momento, se inicia un proceso que habitualmente se denomina “duelo”.
¿Qué es el el duelo?
Es un conjunto de sentimientos, emociones, pensamientos y comportamientos que aparecen tras la pérdida de un ser querido. Durante el duelo la persona se adapta gradualmente a la nueva realidad hasta que llega el momento en que está preparada para aceptarla.
En la pérdida amorosa estos sentimientos pueden resumirse en los siguientes, conformando así diferentes fases en la evolución del proceso de elaboración del duelo:
- NEGACIÓN: "No, no me ha dejado, en unos días ella/él se lo va a pensar mejor y volver conmigo".
- IRA: "Bueno, pues vale, que no vuelva, mejor para mí. En el fondo ha sido una mierda de relación. Ahora me lo voy a pasar bomba con otros/-as".
- CULPA: "¿qué podía yo haber hecho mejor para no perderla/-lo?". Uno/-a incluso empieza a pensar que debería haberse "humillado un poquito más" (renunciado a algo fundamental) y así cambiar el curso de la relación y salvarla!
- NEGOCIACIÓN: Es una etapa más racional. Se trata de un balance de pérdidas y ganancias en la ruptura y así se empieza a encajar. "Joder, es una putada, pero él/ella no era tan perfecto/-a, en el fondo nuestra relación no podía haber llegado muy lejos".
- DUELO y ACEPTACIÓN: Tristeza y sensación de pérdida. "Bueno, fue bonito mientras duró pero no daba para más, ¡qué pena! porque lo pasé muy bien y lo/la quise, y lo mismo tardaré un tiempo en vivir algo que me ilusione tanto, pero ahora esa relación no tendría ningún sentido, pertenece a otra etapa de mi vida".
- NEGACIÓN: "Se trata de una equivocación (p.e. de quien me lo comunicó, un médico o policía). Ahora ella/-el va a reaparecer, esto es solo una pesadilla."
- IRA: "Por qué te fuiste y me dejaste solo/-a. ¿Cómo pudiste hacerme esto a mi?". Incluso enfadados porque -el/-ella no se cuidó lo suficiente para evitar su propia muerte.
- CULPA: "¿qué podía yo haber hecho mejor para no perderle/-la?, ¿que no hice o no dije cuando aún estaba a tiempo?" (o qué debería no haber dicho o hecho).
- NEGOCIACIÓN: Etapa más racional (y balance de pérdidas y ganancias). "Joder, es muy doloroso, pero yo no puedo seguir atado/-a a su memoria, ahora yo tengo que continuar con mi vida sin él/-ella".
- DUELO y ACEPTACIÓN: Tristeza y sensación de pérdida. "Fue maravilloso compartir nuestras vidas y la/-le echo mucho de menos, pero mi vida sigue adelante. ¡Qué pena! porque estábamos bien juntos y yo le/la quise. Estará siempre en mi memoria (y según las creencias de cada uno: puede que algún día nos volvamos a reunir). Sé que aunque yo ahora encuentre a otra/-o compañero/-a no podrá sustituirle/-a porque era un ser único".
Es importante saber que estas fases no siempre se completan en este orden de una manera estricta,
es decir, si bien es cierto que la 2ª viene tras la 1ª y antes de
la 3ª, podríamos avanzar de la 1ª a la 3ª y estar volviendo de
vez en cuando a la 2ª, o incluso una vez "superada" la 4ª
volver a la 3ª, etc.
Esto
lleva un tiempo, a unas personas más y a otras menos; incluso a una
misma persona la elaboración llevará en algunas ocasiones más y en
otras menos. No depende de cómo era el otro o de cuánto amor había,
sino de ti, de tu experiencia, consciente o inconsciente, durante
este proceso.
A veces nos sentimos sobrepasados pues se trata de emociones muy intensas, con una gran tristeza e incomprensión. Es cuando un profesional de la psicología nos puede ayudar a avanzar en este proceso y a dejar marchar con amor a nuestro ser querido.
Pide cita en el 617445652.